“En un momento dado me dejé crecer el bigote y me gustaba cómo quedaba pero a los días me dí cuenta de que soy demasiado perezoso para cuidar del pelo facial. Me cuesta afeitarme. En las concentraciones, muchas veces no me llevo ni maquinilla y si la necesito se la cojo a algún compañero. Sí que presto atención a mi aspecto físico sin ser tan creativo como Paul Pogba , intento llevar la ropa que me gusta, el corte de pelo… A mi novia le gustó cuando me teñí de rubio pero las redes sociales no veas cómo me ponen… Aunque me da igual, paso de lo que digan”.
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