“Después del partido entre Francia y Alemania, en la noche de los ataques de noviembre, nos quedamos en el vestuario hasta las dos de la mañana. Yo sabía que mi hermana estaba en un concierto pero no sabía dónde. Mi madre me confirmó que estaba en Bataclán, la sala que había sido atacada.
Lo pasé realmente mal, muy preocupado hasta que mucho más tarde pudimos contactar con ella”, rememoró para añadir que jugar de nuevo en el Stade France “no fue difícil”. “En ese nuevo partido estaba Maud (su hermana) en la grada y me sentí muy afortunado”, señaló el crack francés.