El símbolo del Atlético de Madrid abandonó el club en busca de más altas cotas. El equipo que dejó era un imberbe en comparación con el macho cabrío al que se incorporó la pasada temporada.
En su etapa en Cornualles, Torres firmó grandes noches europeas vestido de ‘red’. Sin embargo, no logró el trofeo hasta que viajó al sur de Inglaterra, hacia Londres. Allí, con el Chelsea, logró su ansiada Champions. Una final, una victoria. Es el único jugador de la plantilla que goza de tal eficacia en la madre de todos los partidos.
La experiencia de Torres es un grado, y seguro será un futbolista muy importante.