El United llegó a creer que tenía atado a Godín el 8 de agosto. Tan solo debía abonar los 20 M€ de su cláusula de rescisión. Era un refuerzo de lujo para el Manchester United, necesitado de centrales. Incluso pidió prestado un jet privado para que el defensa volara al Reino Unido desde Cerdeña, donde disfrutaba de las vacaciones.