Cuando el pasado mercado de invierno en Europa, Guanghzou Evergrande decidió hacer una inversión multimillonaria para incorporar al ariete colombiano Jackson Martínez, que llegó procedente del Atlético de Madrid, nadie esperaba este bajo rendimiento. El equipo de Luiz Felipe Scolari pagó un precio de traspaso que rondaba los 43 millones de euros, pero hasta el momento el exrojiblanco tan sólo ha podido jugar cinco partidos -en los que ha anotado tres tantos- por culpa de una lesión.
Bien es cierto que los problemas físicos han sido la principal causa de su bajo rendimiento, pero desde que el pasado mes de junio se informase de que ya estaba entrenando con el grupo, no ha disputado un sólo minuto, por lo que la hinchada del equipo más importante del fútbol chino comienza a impacientarse.
La prensa ya está especulando de forma constante sobre la posible salida de Jackson, y las dudas acerca de la inversión que ha hecho el club se han instalado en los medios, que ya señalan cómo se ha devaluado el futbolista. Algunos periódicos chinos apuntan que el precio del colombiano en este momento podría rondar los 20 millones de euros, es decir, a menos de la mitad de lo que hace apenas seis meses se pagó por él.
Sin duda el país está decepcionado con la inversión de Jackson, y es que el pobre del futbolista colombiano no levanta cabeza.