Si ustedes creen en los giros del destino, éste tiene punta de ser uno de ellos. El alucinante giro que dio el asunto de Alessio Cerci en el último día de mercado es interpretado por algunos como una señal casi divina. Todo parecía encaminado para que firmarse por el Bolonia, pero el asunto se ha torcido viendo los resultados de los exámenes médicos.
Como es tan rocambolesco todo el asunto, muchos aficionados colchoneros han querido ver una suerte de señal. Muchos se acuerdan de que un tal Diego Costa vivió una situación similar en su día y todos saben ya cómo acabó. El delantero de Lagarto estaba firmado por el Besiktas porque no entraba en los planes de Manzano pero una lesión en el menisco le dejó en el Atlético. Luego llegó la cesión al Rayo, su vuelta al Atlético, el título de Liga, la final de Champions, internacionalidad… Y así.
Quien sabe…