Se acerca el final de temporada, quedan muchas cosas por hacer, pero en los despachos del Camp Nou comienzan a agitarse las decisiones. Oficialmente está todo parado hasta que pase la final de Copa en el Vicente Calderón (domingo día 22), pero la dirección deportiva del club azulgrana y los responsables del área de fútbol comienzan a recibir inputs de lo que debe ser la plantilla del futuro.
Luis Enrique está encantado con sus futbolistas. Con unos más que con otros, evidente, aunque eso no quiere decir que no pueda abrir la puerta de salida si es posible. Es el caso de Alves y Arda Turan, futbolistas por los que desde el mercado chino llegaron propuestas apetecibles meses atrás, aunque ambos decidieron rechazarlas (en julio se vuelve a abrir el mercado tres semanas).
Arda cayó de pie en el vestuario del Barça. Fue recibido con los brazos abiertos y pronto se ganó el respeto de todo el mundo. Gente cercana al vestuario asegura que “en las últimas semanas está algo más apagado”. Pero es normal. El medio no ha tenido la presencia que esperaba en los planes de Luis Enrique, que sigue confiando en su juego. Desde China asomaron con una oferta estratosférica meses atrás, pero Arda aún no había debutado con su nueva camiseta. Ahora, pese a que le apasiona Barcelona y busca invertir en una vivienda, la situación es diferente y si los chinos vuelven a llamar, la respuesta puede ser diferente, y lo más importante. Luis Enrique daluz verde a su salida.