La clave del plan del Atlético para su nuevo estadio era que la construcción le saliera gratis. Ese plan se desmoronó cuando la administración redujo las alturas de los pisos que se pensaban construir en la zona Mahou-Calderón.
FCC, la constructora encargada de ese proyecto se dio cuenta de que iba a salir perdiendo dinero y renunció a los derechos urbanísticos de la zona. El club llegó a un acuerdo con Carlos Slim, el multimillonario que esta al frente de FCC, quien le presto al club 163 millones para acabar la obra.
El Atlético de Madrid se ha comprometido a pagar entre 2017 y 2021, presumiblemente con el dinero que obtenga tanto de la Champions como de el aprovechamiento urbano de la zona.