Creer. Disfrutar. Desatarse. Esfuerzo. Talento. Compromiso. Intensidad. Valores. Venganza NO. Gafe NO. Mala racha NO. Si esto fuera un mosaico audiovisual todas esas palabras deberían ser escupidas por una pantalla gigante en el vestuario del Atlético de Madrid antes de saltar el miércoles al verde para intentar, lo dice Simeone, un «casi imposible». Desde el pasado martes, la plantilla del Atlético ha afrontado el proceso normal tras un golpetazo tan fuerte como el inapelable 3-0 del Bernabéu.
«El fútbol lleva un ritmo tan rápido que la mente de los jugadores está entrenada para tener una recuperación veloz y cambiar el chip rapidísimo», explica Pablo del Río, psicólogo del CAR (Centro de Alto Rendimiento) de Madrid, el hombre que trabaja, por ejemplo, con Carolina Marín, el primero de los varios expertos consultados por este periódico, todos intentando responder a una pregunta: ¿cómo se afronta un partido como el del Calderón tras un resultado tan devastador?
Los cuestionados coinciden en varios puntos, aunque su desarrollo puede ser diferente: