REPORTAJES- El atlético ridiculiza al Real Madrid 30-09-1999

Sobre todo a Iván Campo, que totalmente descentrado, dio el nivel más bajo desde su llegada. El Real Madrid hizo posiblemente el peor partido de la década, con algunos futbolistas a los que definitivamente la camiseta blanca les viene grande. Hasselbaink demostró además que en el campo es buen tipo. En pleno desconcierto de Iván, incluso le dio palmadas de ánimo a su marcador.

El público ya tiene claro dónde le duele al Real Madrid. Y cantó su receta: no quiere una torre de babel similar a la del Deportivo de La Coruña de hace dos temporadas. El partido fue intenso. Tuvo pasión. Fernando Morientes dejó claro que es el 9 del Real Madrid. Su gol de cabeza ilustraba en ese momento el mando del Madrid. Pero el Atlético tardó poco tiempo en descubrir las carencias de su rival. Jimmy Hasselbaink se dio cuenta enseguida. El holandés tiró de su punta de velocidad y como dice su presidente, Jesús Gil, primero dispara y luego pregunta. Bizarri sigue muy verde. Aunque colaboró en su mal día Iván Campo.

Hasselbaink vio como Bizarri y Campo daban un recital de mal entendimiento. El centro de la defensa hizo aguas por todas partes. Y una noche más, tanto Bizarri como Campo fueron otro manojo de nervios. Que no hay química entre ellos es evidente. El 1-1 dejó tirado al Real Madrid. Claudio Ranieri lo tenía claro. El Atlético empleó la contra como argumento y a partir de entonces Jose Mari hizo mucho daño a un sistema defensivo infantil y poco trabajado. De nada servía que Raúl, Morientes o Guti sacaran lo mejor de su fútbol, si el caos en la zaga reinaba una vez más. La ausencia de Hierro, aunque muchos no lo quieran ver, se nota y mucho en este Real Madrid. La presión del Atlético, con Aguilera, Baraja y el mismo Solari al cien por cien debilitaba a los hombres de Toshack.

Hasta el descanso, Hasselbaink trituró al Real Madrid. Volvió loco a Iván Campo, perdido toda la noche, y puso antes del descanso un 1-3, con Bizarri hundido. El argentino no vio una. Lo que le llegaba a su portería, iba dentro. Tampoco fue el día de Seedorf. Pegado a la banda, es cierto que tuvo a Capdevila encima, pero Seedorf desapareció hoy del mapa. El Atlético se fue al descanso con un merecido triunfo. Y con un futbolista interesante, Baraja, que crece conforme pasan las hojas del calendario. A los 49 minutos llegó el punto de inflexión. El enésimo error de comunicación entre Iván Campo y Bizarri terminó con una clara falta que costó al argentino la expulsión. Era lo que le faltaba al Real Madrid. Iker Casillas saltó al campo y una vez le «echaron a los leones». Cuando todo naufraga, ahí está el chaval, Iker, para atemperar la situación. Con diez jugadores, el Real Madrid apeló al músculo, a la raza, se olvidó de tácticas y buscó soluciones de urgencia, como la entrada de Karembeu por Redondo. El francés estuvo en su línea, es decir, en la mediocridad. El Atlético no ganaba en el Bernabéu en Liga desde el 12 de enero del 91. Ganó entonces 0-3. Aniquiló por completo al Real Madrid.